Panamá cuenta con una cultura diversa, ya que en nuestro país vive toda clase de razas que tratan siempre de conservar sus costumbres y tradiciones.
Una de estas es la de la comunidad Emberá Parará Purú, una población indígena que vive apostada a orillas del río Chagres y del lago Alajuela y en donde ellos se rigen por sus propias leyes, con un jefe supremo, el cual es quien hace cumplir las normas dentro de este territorio.
Esta región es visitada por cientos de turistas que acuden a buscar las artesanías que ellos fabrican y entre las que se pueden destacar la flauta de bambú, las chaquiras, las maracas, los collares y pulseras, productos que son fabricados por cada familia que expone sus productos a los visitantes.
Otras de las costumbres que predomina en este lugar es la pintura con la famosa «jagua». Con este líquido de origen vegetal, que es extraído de la corteza de los árboles, se realizan tatuajes que pueden durar en el cuerpo por espacio de 8 días.
La riqueza cultural de esta etnia es infinita. Los turistas disfrutan de las danzas que los emberás presentan. Una de las más representativas es la danza emberá de Parará Purú, en la que los indígenas del lugar, tanto hombres como mujeres, son invitados para que formen parte de ella.